miércoles, 10 de febrero de 2016

Que significa pobreza cero. 

Lic Jorge A. Benedetti

http://www.lanoticiaweb.com.ar/noticia/41716/que-significa-pobreza-cero

Cuando muchos escuchamos en estos días hablar de “pobreza cero”, nos preguntamos si se trata de terminar con la pobreza o de eliminar a los pobres. Y esta no es una suposición trasnochada. Si observamos el creciente grado de exclusión que genera la economía mundial y el fenómeno de “descarte” del que habla en forma sistemática el papa Francisco, esta posibilidad (el descarte, es decir la eliminación de los pobres) no parece descabellada.

La “ceocracia”

La Argentina está viviendo un proceso que en términos geopolíticos y doctrinarios, podríamos definir como el alejamiento de las políticas del MERCOSUR-CELAC y nuestro reingreso a las políticas del “mundo occidental”, dominadas por lo que los especialistas califican como un capitalismo salvaje, o como un mundo donde la economía prima sobre lo político y donde el sistema financiero, usurario, especulativo, del comercio de la guerra y del blanqueo del dinero negro, constituyen el motor de la economía.
En un mundo donde lo simbólico adquiere un carácter central, la vuelta a la Argentina de los 90, está signada por la presencia del presidente de la Nación, acompañado por sus ministros, en la cumbre de los poderosos en Davos, como lo habían hecho Menem, De la Rúa y Cavallo.
Este reingreso se da con la aparición en la Argentina de una nueva clase dirigente, constituida por los ejecutivos principales de los grandes grupos económicos nacionales y trasnacionales (que muchos se enamoran por denominar con el termino anglosajón de “CEOs”, por eso se habla de la “ceocracia”).
No podemos dejar de destacar que la mayor crisis financiera de este siglo (y de mucho tiempo más), la denominada “crisis del 2008”, fue originada por el estallido de la “burbuja inmobiliaria” en los EE.UU., lo que repercutió en todo el mundo, especialmente en Europa Occidental (y que prácticamente no tuvo efectos en nuestro país) pero las consecuencias de esta crisis aun hoy perduran. En ese momento quedó claro el perverso papel que les cupo a los “CEO” de las principales compañías, los que fueron doblemente responsables de la crisis.
Hagamos un paréntesis. La economía clásica hablaba de propietarios y trabajadores, los ejecutivos o burócratas surgidos en los últimos tiempos (los “CEOs”) no son ni propietarios, ni trabajadores, sino que constituyen un sector o grupo de intermediarios, que – como ha quedado demostrado – procuran obtener el mayor rédito posible para ellos mismos, con independencia de si las empresas dan o no ganancias (o pérdidas) y si los trabajadores, usuarios o consumidores, pueden sobrevivir a los efectos de las políticas y crisis por ellos generadas.
Decimos que estos “CEOs” fueron doblemente responsables, en primer lugar por el manejo irracional de los activos y procedimientos y en segundo, por las desmesuradas remuneraciones que ellos mismos se impusieron, para nada ligadas a los resultados – tanto de las empresas como de la comunidad – sino en función de los parámetros por ellos establecidos en la mencionada burbuja.
Volviendo a la situación actual de nuestro país, destaquemos que en forma bastante impensada (para el grueso de la población), este colectivo de ejecutivos principales se ha hecho cargo del gobierno, desde la jefatura del gabinete nacional, hasta los ministerios, secretarias, dependencias, organismos y empresas del Estado, en la idea de que estos ámbitos deben conducirse con las pautas de las empresas privadas por encima de los criterios sociales (y/o del bien común).
Estos ejecutivos han sido educados, no en los términos clásicos, los que hacían centro desde la cultura general a una formación integral con una especialización determinada, sino que lo han sido en términos de “manejo y administración de recursos”. Su formación se ha realizado en general en “modernas” universidades nacionales, surgidas después de la última dictadura y en particular en los 90 (algunas inclusive denominadas “católicas”), de carácter privado y otras extranjeras. Este nuevo sector se expresa con un lenguaje técnico “neutro” y su discurso
está totalmente alejado de su práctica, sin que ninguna limitación ética los ponga en conflicto ni para sonrojarse brevemente, es decir, no son morales ni inmorales, son “amorales”. Afirman lo que van a hacer, sabiendo que los resultados serán totalmente contrarios a lo proclamado, todo sin ningún prurito. Hacen culto a “la eficiencia” y hoy trabajan para Macri, pero podrían hacerlo para cualquier otro y como son impiadosos, pueden ejecutar las tareas más crueles, desde cerrar una fabrica hasta declarar a una región - o inclusive a una provincia - como “inviable”.
La primera pregunta que vale la pena realizarse es saber cómo es posible que estas personas, que vienen de cobrar cientos de miles de dólares en forma anual en sus empresas de origen, se incorporen a la plantilla del Estado para recibir remuneraciones del orden de los 5.000 dólares mensuales. Un caso paradigmático es el de la nueva titular de Aerolíneas Argentinas, quien había sido designada como la principal ejecutiva de la multinacional automotriz General Motors, para hacerse cargo de los emprendimientos en China, con una remuneración estimada en varios millones de dólares anuales, monto que se vería considerablemente reducido, en una cifra millonaria en dólares, al aceptar su puesto en la línea de bandera nacional.
Claves de la lucha contra la pobreza
Si quisiéramos resumir brevemente las claves de un combate real contra la pobreza podríamos manifestar que estas son:
a- Alcanzar una redistribución progresiva de los bienes, o sea formular políticas discriminatorias a favor de la transferencia de riquezas hacia los sectores más pobres de la población.
b- Fomentar fuertemente el empleo, a fin de evitar que la desocupación se convierta en un mecanismo de “disciplinamiento social” y un instrumento de una política salarial “a la baja”.
c- Dar un fuerte impulso a las “políticas compensatorias”, como ser la elevación real de la Asignación Universal por Hijo, el subsidio a las tarifas de los sectores de menores recursos, el fomento de planes de inclusión laboral, de “precios cuidados”, etc.
d- Descartar la utilización de la represión sobre la protesta social.
Analicemos las medidas del gobierno de Macri y su relación con estos aspectos.
- Redistribución de las riquezas: Si bien no contamos con estadísticas confiables, ni colectivamente aceptadas, podemos suponer que la inflación de enero a noviembre del año 2015 estuvo – como mínimo - en el orden del 20% y – sin lugar a dudas - en el tiempo que fue desde los últimos días de noviembre al 31 de diciembre, hubo un aumento real, en particular de la “canasta básica” alimentaría, del orden del 20% (Algunas consultoras hablan de un 5% “de inflación” porque realizan promedios y - como mecanismo de trabajo - trasladan a varios meses los efectos de los aumentos, pero si medimos “de punta a punta” los aumento reales, el número indicado es el más cercano al que se verifica en las góndolas).
Es decir que la inflación efectiva anual estuvo en el orden del 44% (20% más 20% acumulativo) o más. Frente a esto, las paritarias, que tendrán en promedio 4 meses de diferencia, con una pérdida real del salario irrecuperable, oscilarán entre un 25% (pretendido por el gobierno) y un 30% (como máximo), mientras que los dirigentes sindicales hablan de un piso del 30% y de un techo del 35%. Esto significa que el salario real perderá entre un 20% (lo más probable) y un 10% (siendo muy optimistas y sólo en algunos pocos gremios), lo que significa que aquellos trabajadores (y sus familias) que estaban fuera - pero cercanos al límite de la pobreza hacia arriba - caerán en ella y aquellos que estaban “pegados” al límite inferior dejarán de ser pobres para pasar a ser indigentes. Es de destacar que la trasferencia de ingresos hacia el sector exportador y agropecuario (6 grandes grupos y a lo sumo 70.000 productores) fue del orden del 50%, mientras que el sector financiero – que se había posicionado en dólares - tuvo un ganancia cercana a ese porcentaje. Por su parte la largamente anunciada eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios de los trabajadores mejor remunerados no ha sido adoptada y nada indica que lo sea a corto plazo.
- Fomento del empleo: Hasta el momento no hubo ninguna medida, ni anuncio de plan alguno para mejorar las condiciones de empleo. Por el contrario – justificados o no – hubo una considerable cantidad de despidos en la administración pública nacional, provincial y/o municipal. Según la CTA el número de despedidos alcanzaba a 18.000 (esta cifra ya fue superada), mientras que UPCN, indica que la cantidad podría trepar a 65.000 empleados.
En el sector privado la situación de Cresta Roja - que ya venía arrastrando problemas desde el gobierno anterior - pone en peligro la estabilidad laboral de 1.300 trabajadores y hubo 120 despidos en Cerámica San Lorenzo. A esto hay que sumarle los 350 trabajadores de Sol Líneas Aéreas y las 400 suspensiones que implementó la fábrica de Alfajores Havanna, entre muchos otros.
El fantasma del desempleo atemoriza a trabajadores de todo el país. Uno de los sectores con mayor preocupación es el de la construcción. En Chaco, la UOCRA alertó sobre la pérdida de más de 14 mil puestos de empleo en la provincia debido a la paralización de obras financiadas con aportes nacionales.
La baja en el precio internacional del petróleo está generando una gran preocupación en provincias petroleras como Santa Cruz, Neuquén y muy especialmente en Chubut, donde por el plan de desinversión de Tecpetrol se perderían 500 puestos de trabajo. Es de destacar que cuando los trabajadores amenazaron con efectuar una huelga, Aranguren (ministro de Energía, ex CEO de Shell) declaró que frente al paro el gobierno decidiría la importación de petróleo, lo que irritó no sólo a los trabajadores sino a las autoridades de la provincia. El sector frutícola, a pesar de la disminución en las retenciones y la devaluación, registró despidos en Río Negro. Mientras que las actividades más afectadas por las cesantías, suspensiones y recortes salariales son la metalmecánica, automotriz, industria frigorífica y la construcción.
De todas maneras lo más preocupante son las declaraciones del ministro de Economía, quien afirmó que las paritarias deben estar condicionadas por el mantenimiento del nivel de empleo, mientras que el ministro de Trabajo, afirma que los aumentos deben estar vinculados a “la productividad” (esto significa aumentar la producción y la rentabilidad empresarial, como único mecanismo de alcanzar una compensación sobre los salarios frente al aumento de los precios).
Así mientras un notable personaje de los 90, Funes de Rioja, dirigente de la COPAL (alimentos), manifestó que “de ninguna manera” se retrotraerían los precios a los valores del 30 de noviembre (fecha en la cual ya se habían producido considerables aumentos) ante la pretensión de recuperar el valor de los salarios, el gobierno y los sectores concentrados de la economía amenazan con despidos. De esta manera los grandes grupos obtienen su anhelado deseo: lograr una importante reducción del salario real.
Es decir si se utiliza el desempleo como mecanismo para bajar los salarios, ¿Cómo se alcanza la reducción de la pobreza?
- Impulso a las políticas compensatorias: Si específicamente tomamos el caso de las jubilaciones, la Asignación Universal por hijo y las otras asignaciones familiares, el gobierno anunció – para marzo – un aumento del orden del 15%, lo que hará que la pérdida real de ingresos esté en el orden del 30%, implicando la inevitable salida de la franja de la pobreza de una inmensa cantidad de jubilados y otros sectores, los que caerán inevitablemente en la línea de la indigencia. (Sólo a título comparativo y con una inflación anual menor, consideremos que las asignaciones tuvieron un aumento del 40% en el año 2014 y de un 30% en el 2015, mientras que en este último año, los aumentos de las jubilaciones estuvieron en un monto superior al 33% (12,49% más 18,26%).
Paralelamente se ha dispuesto una notable reducción de los subsidios sobre las tarifas de los servicios públicos, hasta su total eliminación, sin dudas esto significará una pérdida del nivel de ingresos de los trabajadores, aumentando la brecha entre los más ricos y los más pobres y provocando el efecto antes descripto, el ingreso a la pobreza de sectores medios y a la indigencia de sectores pobres.
Destaquemos por último la situación de los “precios cuidados”, programa que indicaba precios testigos y permitía moderar la suba de los artículos incluidos. Al reducirse considerablemente los productos comprendidos en el programa, se produjeron en éstos aumentos del 60% según informa el diario Clarín.
- Represión de la protesta social: Cuando nos habíamos desacostumbrado vuelven a nuestro país represiones sobre la protesta de los trabajadores como las que se observan – por ejemplo en Chile – y en muy poco tiempo, hemos presenciado la brutal represión sobre los trabadores de Cresta Roja, igual mecanismo contra los municipales en la ciudad de La Plata y la escandalosa detención de la dirigente Milagros Sala en Jujuy. No vamos a abundar sobre el tema, pero la represión sobre los sectores que reclaman ante la posibilidad de caer en la indigencia, poco ayuda a alcanzar el proclamado objetivo de pobreza cero.
Combatir la pobreza o eliminar a los pobres: En esto días el papa Francisco propuso formar un nuevo “humanismo del trabajo”, donde el centro de todo debe ser el hombre y no el lucro, donde la economía debe "servir al hombre" y no "servirse del hombre". y al mismo tiempo recordó que en la actualidad hay personas que quisieran trabajar pero “no lo logran”. Estos “son los nuevos excluidos de nuestro tiempo y son privados de su dignidad”, afirmó.
Mientras que en su mensaje al Foro de Davos exhortó a los concurrente (entre otros el presidente argentino) para que ¡No se olviden de los pobres!
Hemos destacado que resultaba necesario que el gobierno argentino retome el vínculo con el papa Francisco, pues esto significaría poner en el centro del debate las verdaderas claves de la lucha contra la pobreza: remuneración justa, justicia social, tierra, techo y trabajo, es decir los verdaderos instrumentos para una Argentina y un mundo mejor. Anhelamos que se haga realidad un verdadero combate para eliminar la pobreza, la inmensa mayoría de los argentinos está dispuesta a colaborar, sólo hace falta que las autoridades estén decididas a estar mostrar coherencia entre el discurso y la vida.

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