miércoles, 28 de mayo de 2014

El Padre Pepe, miembro fundador de Generación Francisco, con Francisco en Tierra Santa

http://www.infobae.com/2014/05/25/1567415-la-emocion-del-padre-pepe-la-misa-que-el-papa-dio-belen

La Paz se hace artesanalmente

FRANCISCO ANALIZA SU VIAJE A TIERRA SANTA
Audiencia del miércoles 28 de mayo de 2014


En los días pasados, como sabeís he realizado la peregrinación a Tierra Santa.
Ha sido un gran regalo para la Iglesia, y doy gracias a Dios por ello. Él me ha guiado a esa Tierra bendita, tierrabendita! que ha visto la presencia histórica de Jesús y donde se han producido los acontecimientos fundamentales para el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam.

Deseo renovar mi cordial reconocimiento a Su Beatitud el Patriarca Fouad Twal, a los obispos de los diversos Ritos, a los sacerdotes, a los Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa.

Los Franciscanos hacen un trabajo Maravilloso en Tierra Santa. Son bravísimos.

Mi pensamiento agradecido va también a las Autoridades jordanas, israelíes y palestinas, que me han acogido con tanta cortesía, como también a todos aquellos que han cooperado para la realización de la visita.

1. El objetivo principal de esta peregrinación ha sido conmemorar el 50° aniversario del histórico encuentro entre el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras.
Fue esa la primera vez en que un Sucesor de Pedro visitó la Tierra Santa: Pablo VI inauguraba así, durante el Concilio Vaticano II, los viajes extra-italianos de los Papas en la época contemporánea. Ese gesto profético del Obispo de Roma y del Patriarca de Constantinopla puso un hito en el sufrido pero prometedor camino de la unidad de todos los cristianos, que desde entonces ha dado pasos relevantes. Por ello mi encuentro con Su Santidad Bartolomé, amado hermano en Cristo, ha representado el momento culminante de la visita. Juntos hemos rezado junto al Sepulcro de Jesús, y con nosotros estaba el Patriarca Greco-Ortodoxo de Jerusalén Theophilos III y el Patriarca Armenio Apostólico Nourhan, además de los arzobispos y obispos de diversas Iglesias y comunidades, autoridades civiles y muchos fieles.

En ese lugar donde resonó el anuncio de la Resurrección, advertimos toda la amargura y el sufrimiento de las divisiones que aún existen entre los discípulos de Cristo.

De verdad esto causa dolor al corazón. Estamos divididos todavía. En ese lugar donde ha resonado el mensaje de la resurrección, donde Jesús nos da la vida otra vez. Allí nosotros todavía estamos un poco divididos; pero sobre todo, en esa celebración llena de recíproca fraternidad, de estima y de afecto, escuchamos fuerte la voz del Buen Pastor Resucitado que quiere hacer de todas sus ovejas un solo rebaño; sentimos el deseo de curar las heridas aún abiertas y de proseguir con tenacidad el camino hacia la plena comunión.

Una vez más, como han hecho los Papa precedentes, yo pido perdón por aquello que nosotros hayamos hecho para favorecer esta división y pido al espíritu santo que nos ayude a resanar las heridas que nosotros hayamos inflicto a nuestros hermanos. Todos somos hermanos en Cristo y con el Patriarca Bartolomeo somos amigos, hermanos y hemos compartido el deseo de compartir. Caminar juntos para hacer todo lo que podamos hacer para orar juntos y reunir el rebaño de Dios. Trabajar por la paz, para proteger la creación y tantas otras cosas que tenemos en común. Como hermanos tenemos que ir hacia delante.

2. Otro objetivo de esta peregrinación fue alentar en esa región el camino hacia la paz, que es al mismo tiempo don de Dios y tarea de los hombres. Lo hice en Jordania, en Palestina, en Israel. Y lo he hecho siempre como peregrino, en el nombre de Dios y del hombre, llevando en el corazón una gran compasión por los hijos de esa Tierra que desde hace demasiado tiempo conviven con la guerra ¡y que tienen el derecho de conocer por fin días de paz!

Por esto he exhortado a los fieles a dejarse “ungir” con corazón abierto y dócil por el Espíritu Santo, para ser cada vez más capaces de gestos de humildad, de fraternidad y de reconciliación. El Espíritu permite asumir estas actitudes en la vida cotidiana, con personas de diversas culturas y religiones, y así de convertirnos en “artesanos” de la paz

La Paz se hace artesanalmente. No hay industrias de paz. No, se hace todos los días. Con el corazón abierto para que venga el don de Dios. Por esto, he exhortado a los fieles cristianos a dejarse “ungir”.

En Jordania agradecí a las Autoridades y al pueblo por su compromiso en la acogida de numerosos prófugos procedentes de las zonas de guerra, una tarea humanitaria que merece y requiere el apoyo de la Comunidad Internacional.

Me ha impresionado la generosidad del pueblo jordano para recibir los prófugos que escapan de la guerra. Qué el Señor bendiga este pueblo acogedor. Que lo bendiga tanto. Nosotros debemos rezar para que bendiga esta acogida y pedir para que todas las instituciones internaciones ayuden a este pueblo en este trabajo de acogida.

Durante la peregrinación también a otros lugares alenté a las Autoridades interesadas a continuar los esfuerzos para rebajar las tensiones en el área medio-oriental, sobre todo en la martirizada Siria, como también a continuar en la búsqueda de una solución equitativa en el conflicto palestino-israelí. Por esto envié al Presidente de Israel y el Presidente de Palestina, hombres de paz y artífices paz, a venir al Vaticano a rezar conmigo por la paz.

Por favor les pido de no dejarnos solos. Recen tanto para que Dios nos de la Paz en esta tierra bendita. Cuento con Vuestras oraciones. Recen, recen tanto, para que llegue la paz.

3. Esta peregrinación a Tierra Santa ha sido también la ocasión para confirmar en la fe a las comunidades cristianas, que sufren tanto, y expresar la gratitud de toda la Iglesia por la presencia de los cristianos en esa zona y en todo Oriente Medio. Estos hermanos son valientes testigos de esperanza y de caridad, “sal y luz” en esa Tierra. Con su vida de fe y de oración y con la apreciada actividad educativa y asistencial, estos operan en favor de la reconciliación y del perdón, contribuyendo al bien común de la sociedad.

Con esta peregrinación, que ha sido una verdadera gracia del Señor, he querido llevar una palabra de esperanza, ¡pero también la recibí a mi vez! La recibí de hermanos y hermanas que esperan “contra toda esperanza” (Rm 4,18), a través de tantos sufrimientos, como las de quien huyó del propio País con motivo de los conflictos; como las de cuantos, en diversas partes del mundo, están discriminados y despreciadas a causa de su fe en Cristo. ¡Continuemos siendo cercanos! Oremos por ellos y por la paz en Tierra Santa y en todo Oriente Medio. La oración de toda la Iglesia sostenga también el camino hacia la plena unidad entre los cristianos, para que el mundo crea en el amor de Dios que en Jesucristo vino a habitar en medio de nosotros.

Los invito a todos, ahora a rezar juntos a la Virgen, Reina de la Paz. La Reina de la unidad de todos los cristianos. La mamá de todos los cristianos. Que ella nos conceda la paz en todo el mundo y que ella nos acompañe en esta gracia de unidad. Ave María…..


martes, 27 de mayo de 2014

HOMILÍA DEL CARDENAL POLI EN EL TEDEUM DEL 25 DE MAYO

ORACIÓN DEL TE DEUM 
«YO VIVO Y TAMBIÉN USTEDES VIVIRÁN» 
1810-25 DE MAYO-2014
 

Durante la última Cena han pasado muchas cosas que asombraron a sus discípulos. El rito judío para celebrar la Pascua no admitía variantes, durante siglos se ha usado la misma liturgia, sin embargo Jesús introduce una inesperada novedad. El que hasta el momento se había revelado como Señor y Maestro, se abajó hasta convertirse en esclavo, lavando los pies a los comensales. La imagen de un Dios inclinado y servicial quedará como lección perpetua para su Iglesia y todos recordamos su exhortación: «Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.»(Jn 13,15). Los apóstoles, al verlo recordaron su enseñanza durante su ministerio público: “el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo.”(Mt 20,27). La palabra de Jesús reviste una autoridad incuestionable, pues a sus enseñanzas le siguen gestos y milagros que revelan su condición divina. Sorprende su pedagogía, porque de su boca surge un lenguaje nuevo del amor humano y sus manos lo expresan en el servicio; ambas revelan el corazón de un Dios misericordioso y compasivo. En aquella misma escena el Maestro les entregó el mandamiento nuevo: «Ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.»(Jn 13,34). El mensaje de Jesús es claro y directo: si decimos que lo amamos debemos guardar su palabra y cumplir su mandamiento de amor. El mismo evangelista trasmitirá con fidelidad esta verdad a su comunidad: «El que dice: «Amo a Dios», y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?» (1° Jn 4,20). Jesús nos devuelve la confianza en la fuerza del amor, reina de todas las virtudes y principio fundante de esta historia que celebramos. 

En ese clima, el Señor anuncia su partida al lugar de donde vino, y sus discípulos no disimulan la tristeza y la pena que los embargan. Él promete no dejarnos huérfanos y rogará al Padre para que nos envíe el Espíritu de la Verdad, que permanecerá a nuestro lado en el camino de la vida, es el Espíritu Santo, la persona divina por quien Dios habita en nosotros, infundiendo en los hombres el conocimiento de toda virtud y bondad. El mensaje evangélico viene en nuestra ayuda para elevar una oración de acción de gracias por las personas comprometidas en la Revolución de Mayo que dio origen a nuestra nacionalidad; entre otras razones porque domina en el texto una frase que nos alienta a seguir confiando:«Yo vivo y también ustedes vivirán», expresión que conjuga el eterno presente de «Aquél que es, que era y que vendrá.» (Ap 1,4). El Dios de la Constitución Nacional, creador y fuente de toda razón y justicia, «no es un Dios de muertos, sino de vivientes». (Mc 12, 27). Si lo confesamos como Señor de la Historia, presente en los acontecimientos, entonces es posible encontrar abiertos los caminos de la esperanza para todos, porque Él no se alejó de nuestra condición humana para dejarnos solos, muy por el contrario, entre otras presencias quiso quedarse entre los más necesitados y excluídos: «Les aseguro –dice Jesús– que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo». (Mt 25,40). Mientras que en la Argentina haya personas que amen sinceramente y se sacrifiquen por el prójimo, como la generación de patriotas de la Revolución de Mayo que hoy evocamos, podemos descubrir la presencia de Cristo resucitado que nos sigue diciendo: «Yo vivo y también ustedes vivirán».

“Nosotros somos invitados a refundarnos en la soberanía del amor simple y profundo, del amor que hoy escuchamos en el Evangelio”
(1), nos decía en su último Te Deum, quien ahora ocupa la cátedra de San Pedro. Hoy, el Papa Francisco lleva al magisterio universal de la Iglesia lo que tantas veces enseñó entre nosotros. Personalidades de todo el mundo lo siguen visitando y a ellos les dice: “Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo –dice el Santo Padre–, mi respuesta siempre es la misma: Diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno en cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Esta actitud abierta, disponible y sin prejuicios, yo la definiría como humildad social que es la que favorece el diálogo. Sólo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas y en clima de respeto de los derechos de cada una. Hoy, o se apuesta por el diálogo, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos perdemos, todos perdemos. Por aquí va el camino fecundo.” (2) 
Si miramos nuestra historia patria en clave coloquial, desde el Cabildo abierto y el Congreso de Tucumán hasta nosotros, los momentos de desencuentros entre argentinos se han superado con originales y creativos encuentros de diálogo. Así, partiendo de lo que tenemos en común, se resolvieron las divergencias, crisis y enfrentamientos, para dejar paso, con sabiduría y fe, a lo razonable y justo en favor de los intereses nacionales. De la concordia surgieron Constituciones que rigen la convivencia nacional y dieron vigencia al Estado de derecho; los códigos de leyes, las instituciones democráticas que nos gobiernan, la salud y la educación públicas, el progreso para la dignidad de todos, y su mayor riqueza: la identidad cultural de un pueblo que todos los días confirma una contundente vocación familiar al trabajo y al estudio, a la paz y a la solidaridad fraterna. Retomar siempre y sostener en el tiempo la cultura del encuentro fraterno y el arte superior del diálogo, es garantía de una saludable vitalidad para nuestra bendecida Democracia. La Patria es un don recibido y la Nación una tarea constante de amor y sacrificio, que nos compromete a todos.
(3) La unidad entre hermanos sigue siendo la ley primera… 

El Venerable Papa Pablo VI, a quien Francisco beatificará en octubre próximo, fue quien sostuvo y llevó a término el Concilio Vaticano II, convocado por San Juan XXIII. Es al primer Papa, que en su peregrinación visitó América Latina, a quien le debemos inspiradas páginas sobre la doctrina del diálogo. Este arte de la comunicación espiritual contempla cuatro características. El primer carácter es la claridad de palabras y de ideas, porque es un ejercicio de las facultades superiores del hombre, y por lo mismo, vale la pena revisar nuestro lenguaje, ya que estamos ante uno de los mejores fenómenos de la relación humana. Otro carácter es, además, es la afabilidad, la actitud de Cristo cuando nos dice: «Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón.» (Mt 11,29); el diálogo deja de lado el orgullo, respeta al semejante y su autoridad es intrínseca por la humilde verdad que expone, por la caridad que difunde y por las razones que propone. Es pacífico, sabe esperar y es generoso. Hay un tercer carácter y es la confianza, tanto en el valor de la propia palabra como en la disposición para acogerla por parte del interlocutor; además promueve la familiaridad y la amistad social. Finalmente, la prudencia pedagógica, que tiene muy en cuenta las condiciones culturales, psicológicas y morales del que escucha.
(4) La prudencia es una virtud de la acción, pero que no pierde de vista la dignidad del otro, ni lo denuesta. A estas cuatro notas, el Papa Francisco agrega que en una mesa de diálogo social, nunca deberá faltar el interés y la ocupación por los más pobres, los pequeños y más vulnerables, para “prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos”.(5) 

Mirando a Santa María de Luján, la Virgen Madre de los humildes y mujer fuerte del Evangelio, la que ha puesto su esperanza en Dios y no quedó defraudada, le pedimos su bendición para seguir construyendo una Patria de hermanos. 

Card. Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires 

FRANCISCO SALUDA A LOS ARGENTINOS EN SU FIESTA NACIONAL

Argentina celebra en Roma su fiesta nacional, el Papa dejó sus saludos

Roma,  (Zenit.orgH. Sergio Mora

Con una misa en la 'iglesia de los argentinos', ofrenda floral, himno nacional y vino de honor

La fiesta nacional Argentina ha sido celebrada hoy en Roma con una misa, el canto del himno nacional y un vino de honor, en un acto organizado por la embajada del país ante la Santa Sede, mientras que la embajada ante Italia festejó con la deposición de una ofrenda floral ante la estatua del prócer Manuel Belgrano, y un cocktail en su embajada de Piazza dell'Esquilino.
Presente en los actos el embajador argentino ante a Santa Sede junto a su consorte, el embajador ante Italia, Torcuato Di Tella y diversas autoridades diplomáticas ante Italia y del Vaticano, además de religiosos y numerosos argentinos residentes en Italia.
La eucaristía que se ha celebrado un día después de la fecha oficial, para no hacerla coincidir con la misa dominical, fue realizada en la Iglesia Nacional Argentina, oficiada por mons. Guillermo Karcher, y concelebrada por varios sacerdotes entre los cuales el rector del colegio sacerdotal argentino, Antonio Grande.
“Qué Dios nos dé a todos su bendición y su paz mientras acompañamos con nuestra oración y cariño al papa Francisco, que está concluyendo su peregrinación en Tierra Santa como misionero de la Paz”, dijo Mons. Karcher y añadió: “antes de emprender el viaje me encargó de saludarlos a todos en esta circunstancia”.
Refiriéndose a la fiesta nacional y a la 'noble igualdad' mencionada en el himno del país precisó: “Una igualdad que no sea la globalización de la uniformidad, sino más bien comunión en la diversidad, capacidad de compartir con todos y sin excluir a nadie, los bienes espirituales y materiales que Dios nos regala”.
Invitó además a “no balconear” a “trabajar en una viña llamada Argentina”, y a no dejar de hacer “pequeñas gauchadas” en favor del prójimo, como hicieron san Héctor Valdivieso y los diversos beatos argentinos, como Laura, Ceferino Namucurá, María Crescenzia, María Ignacia, María Ludovica, María del Tránsito, Artémides Zatti y el cura brochero, o los venerables Mamerto Esquiú, María de Paz y Figureroa, Camila Rolón, Benita Arias, Leonor Maturana, José León, Catalina de Córdoba; o los siervos de Dios, Eduardo cardenal Pironio, Mons. Orzali, Enrique Shaw y tantos otros.
El embajador argentino Juan Pablo Cafiero en sus palabras conclusivas, sin mencionar las dificultades que se registraron en años recientes, indicó que hoy “podemos alegrarnos de la excelente relación existente entre la Santa Sede y Argentina”, y recordando la frase del prócer José de San Martín: 'sé lo que debes ser, sino no serás nada', invitó a 'ser antes que hacer' para favorecer el diálogo y el encuentro entre las culturas, y así seguir la Evangelii Gaudium “que invita a poner en el centro el ser ser humano y su 'esencia', para construir una sociedad más equitativa y solidaria”. E invitó a los numerosos diplomáticos allí presentes a rezar al Señor “para construir puentes y establecer el diálogo, la paz y la recíproca colaboración”.
A continuación se cantó el himno nacional argentino y en las instalaciones de la iglesia se pasó a celebrar con un vino de honor.


lunes, 26 de mayo de 2014

"Felices los que trabajan por la paz” 

Señor,
haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, que yo ponga el amor,
donde haya ofensa, que yo ponga el perdón;
donde haya discordia, que yo ponga la unión;
donde haya error, que yo ponga verdad;
donde haya duda, que yo ponga fe;
donde haya desesperación, que yo ponga esperanza;
donde haya tinieblas, que yo ponga luz;
donde haya tristeza, que yo ponga alegría.

Señor,
haz que yo no busque tanto:
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.

Porque:
dando es como se recibe,
olvidándose de sí es como uno se encuentra,
perdonando es como se recibe el perdón,
y muriendo es como se resucita a la Vida. 

viernes, 23 de mayo de 2014

VIAJE DE FRANCISCO A TIERRA SANTA

Generación Francisco expresa su adhesión a la histórica visita de nuestro Pontífice a Tierra Santa y solicita a todos que acompañen con sus oraciones esta misión a favor de la paz y la unidad entre los pueblos de  todo el orbe, de la que se siente parte,  en tanto uno de sus fundadores, el Padre Pepe Di Paola, acompaña en la Delegación Argentina, a Su Santidad Francisco.

Reseña informativa
Antecedentes
El 5 de Enero de 1964, Pablo VI daba comienzo a su peregrinación a Tierra Santa. Después de casi veinte siglos un sucesor de Pedro retornaba a la patria de Cristo, con un profundo sentido espiritual, en el marco del Concilio Vaticano II. Un mes antes, el papa Montini sorprendió a los padres conciliares anunciando su viaje. Fue el primero de los viajes del Papa Viajero. Breve. Solo tres días. No hubo invitaciones ni ningún acontecimiento particular. Tampoco una preparación previa como ese viaje tan importante lo hubiera supuesto.
La historia aún no ha resaltado  suficientemente su memorable abrazo con el Patriarca de Constantinopla, Atenagoras I.  
Un año después, mediante una declaración conjunta Pablo VI y Atenagoras I "cancelaron de la memoria de la Iglesia la sentencia de excomunión que había sido pronunciada"  revocando los decretos de mutua excomunión que en el año 1054, provocaron el cisma de Oriente y Occidente.
El ecumenismo comenzaba a recorrer un camino sin retorno. Y para conmemorar aquel acontecimiento Bartolomé I de Constantinopla, en un célebre discurso, al día siguiente de la elección de Francisco, lo invitaba a encontrase en Tierra Santa para conmemorar conjuntamente los 50 años de aquel abrazo. A esa invitación se sucedieron las invitaciones del Estado de Israel, del Estado Palestino y del Reino de Jordania.
 Francisco continúa así lo que ha sido una línea,  sostenida desde la inspiración misma del Concilio Vaticano II y, particularmente, de San Juan XXIII y en que no fue menor la ruta trazada por Benedicto XVI, y  su convocatoria al Primer Sínodo para Medio Oriente, que fue "un nuevo Pentecostés" para los obispos participantes.
 En ese marco ecuménico se inscriben los esfuerzos del diálogo interreligioso que no fueron una preocupación menor de la Iglesia y del Cardenal Bergoglio en Buenos Aires, que será acompañado por el Rabino Abraham Skorka y de Omar Abboud, líderes de la comunidades judía e islámica en nuestro país y amigos de Bergoglio en la búsqueda de los mejores caminos del diálogo interreligioso en Argentina.
Detalles del viaje
La primera escala será en Jordania, donde visitará  el lugar del bautismo del Señor. Así como Pablo VI se reunió con el Rey Husein I, Francisco lo hará con Abdala II, descendientes de Mahoma. Los dirigentes civiles jordanos y su propio Rey, juegan un papel importante en el diálogo con importantes sectores moderados del Islam y  desarrollan esfuerzos permanentes y concretos tendientes a la tolerancia y a aliviar la muy difícil situación de los cristianos, que orilla la supervivencia misma, en oriente medio.
Continúa con Palestina e Israel peregrinando por lugares sagrados y sosteniendo reuniones con dirigentes civiles y líderes de las religiones monoteístas. Visitará campos de refugiados palestinos y sirios y sin duda que apelará a la profundización del diálogo entre judíos y palestinos cuyas conversaciones han estado estancadas y aún no tienen un dinamismo sólido tendiente a la paz en la región.
La preocupación de Francisco por Siria estará muy presente y debiera recordarse enfáticamente el fortísimo esfuerzo diplomático y el llamado a la oración mundial por la paz, en septiembre del año pasado, con lo que hizo una contribución esencial en detener la guerra inminente. Podría decirse con propiedad que detuvo una guerra ya decidida.
Las expresiones de rechazo a la presencia de Francisco en Tierra Santa sin duda que expresan las tensiones extremas de distintos sectores políticos y religiosos extremos que en realidad hacen una lectura del viaje de Su Santidad en clave de inmediatez política, intereses particulares o estrategias globales adversas no solo a la Santa Sede sino antirreligiosas. Como ha sucedido a lo largo de la historia, son muchos e importantes los poderes que salen perjudicados en la solución de los conflictos, el advenimiento de la sola esperanza de paz y la fuerza de la esperanza religiosa del ser humano.

Bartolomé I, en el discurso ecuménico a Francisco, le expresó que "es necesario hacer creíble el testimonio cristiano mediante la unidad de las iglesias"; también para "afrontar la crisis económica mundial y las tendencias mundanas que reducen la vida solo al horizonte terreno". El Papa, dijo también el Patriarca, "ha experimentado como pocos otros la amargura del sufrimiento y de la miseria humana". Las animosidades que despierta la tremenda y creciente fortaleza moral de Francisco en el planeta serán siempre menores frente al desafío del proceso ecuménico y el diálogo interreligioso en marcha, y sobre esa base y con la impronta de Francisco, existe esperanza para las dramáticas experiencias vivenciales de los cristianos en medio oriente y una luz de esperanza para la paz.

jueves, 15 de mayo de 2014


CONCLUSIONES DE LOS GRUPOS DE TRABAJO DE LA REUNION DE SAN MIGUEL DEL 15 DE MARZO

GRUPO DE TRABAJO 1

Lo jóvenes y los desafíos de Francisco

a) "Poner el cuerpo", es decir salir a la calle, estar en contacto con todos los jóvenes, trransmitir nuestra alegría y nuestra esperanza de que es posible cambiar la realidad.
b) "Hagamos lío" pero organizados, en el territorio, aprendiendo de nuestro pueblo, generando lugares de encuentro simples, escuchando las necesidades de los jóvenes, transformándolas en demandas colectivas.
c) Aprovechar el cambio favorable que se constata en el conjunto la sociedad y también en la juventud que contagia Francisco y ser instrumentos para que vuelvan sentirse parte de la Iglesia.
d) Vivir la vida como Jesús, entregados al servicio del prójimo, para poder construir entre todos un mundo mas fraterno.

GRUPO DE TRABAJO 2

Qué es y cómo se hace una Iglesia pobre para los pobres?

a) Crear sólidos vínculos comunitarios comunitarios entre la parroquia y el barrio.
b) Mantener abiertos los templos y que sean un un lugar sencillo y de acogida con calor de familia.
c) Sacar la Iglesia a la calle para que este cerca de todos.
d) Acompañar a los vecinos de la comunidad y colaborar para  aunar sus distintos talentos para afrontar los conflictos y problemas del barrio.

GRUPO DE TRABAJO 3

Cómo se realiza la cultura del encuentro 

a) Cultivar la virtud de la solidaridad, percibir  la diversidad como un don, ponernos en el lugar del otro y estar de su lado afirmando con nuestras actitudes el encuentro que proclamamos.
b) Ser generadores de diálogo en todos los sectores y colaborar a la paz social siendo mediadores de acuerdos entre los mas opuestos cultivando el conocimiento entre las generaciones, recuperando la memoria común y celebrando los existo obtenidos.
c) Colaborar a recuperar la cultura del trabajo y del servicio desinteresado y la recuperación de nuestro sistema de valores que regenere el tejido social.

GRUPO DE TRABAJO 4

La pobreza, los excluidos y las periferias existenciales

a) Promover la participación, entendiendo que no hay posibilidad de terminar con la exclusión sin un verdadero protagonismo en las decisiones de todos los sectores de nuestro pueblo.
b) Organizarse para promover la erradicación de la corrupción tanto de las estructuras sociales como del corazón de cada uno.
c) Promover la inclusión en los programas de educación el de prevención de adicciones elaborado por la Conferencia Episcopal Argentina.

GRUPO DE TRABAJO 5

Los cristianos y la promoción de los derechos de la persona, la solidaridad y la participación

a) Pasar del plano de las ideas al de la acción en defensa de los derechos de la persona y una verdadera participación popular.
b) Potenciar el trabajo que ya se realiza en nuestra sociedad con una tarea de formación en los temas tratados en la comisión y en construcción de ciudadanía.
c) Generar centro de promoción de la propuesta de Generación Francisco a fin de comunicar la iniciativa, difundir el mensaje de Francisco y sumar voluntades al proyecto.
d) Dar continuidad al dialogo emprendido en el Grupo de Trabajo, que no pudo desarrollar a fondo su temática, a fin de profundizar el debate, realizar un mapeo de las distintas acciones que las distintas organizaciones intervinientes en el encuentro vienen realizando y mancomunar esfuerzos utilizando los distintos medios de comunicación disponibles.