lunes, 26 de mayo de 2014

"Felices los que trabajan por la paz” 

Señor,
haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, que yo ponga el amor,
donde haya ofensa, que yo ponga el perdón;
donde haya discordia, que yo ponga la unión;
donde haya error, que yo ponga verdad;
donde haya duda, que yo ponga fe;
donde haya desesperación, que yo ponga esperanza;
donde haya tinieblas, que yo ponga luz;
donde haya tristeza, que yo ponga alegría.

Señor,
haz que yo no busque tanto:
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.

Porque:
dando es como se recibe,
olvidándose de sí es como uno se encuentra,
perdonando es como se recibe el perdón,
y muriendo es como se resucita a la Vida. 

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