El padre José María Di Paola, conocido popularmente como el
padre Pepe, compartió relatos a partir de su experiencia como “cura villero”.El encuentro fue organizado por el Arzobispado de Rosario, CyL, el gremio mercantil y el acompañamiento de Generación Francisco (GF).
Previamente, y en notas que dio al periodismo, el padre Pepe coincidió con el Papa Francisco en cuanto a potenciar el descanso dominical “porque –señaló- es el camino del reencuentro familiar. Y de ese reencuentro, en el diálogo fraterno y sincero, podremos lograr que padres e hijos compartan no sólo la mesa familiar, sino que además se alerten aún más sobre lo nocivo de las drogas y otras cuestiones que hoy nos plantea un sector de la sociedad”, enfatizó el cura.
El acto - que se desarrolló en las instalaciones del Sindicato
de Empleados de Comercio de Rosario – contó con la presencia de unas quinientas
personas, que desbordaron el teatro de la institución y que colmaron los
pasillos adyacentes y el hall de entrada, para seguir la charla por una pantalla
instalada al efecto.
El padre Pepe,
coordinador de la Comisión Nacional de Drogadicción del Episcopado Argentino,
se extendió sobre “Drogas: exclusión, prevención y recuperación”
Durante la charla, y en relación a las drogas, entre otras cuestiones dijo que “hay que convocar al estado y a la sociedad civil para encarar un trabajo que es posible y que tiene que ver con poner el eje en el tema de la salud de los niños y los jóvenes que están en riesgo en la Argentina, que para mí es lo fundamental”.
Durante la charla, y en relación a las drogas, entre otras cuestiones dijo que “hay que convocar al estado y a la sociedad civil para encarar un trabajo que es posible y que tiene que ver con poner el eje en el tema de la salud de los niños y los jóvenes que están en riesgo en la Argentina, que para mí es lo fundamental”.
Varios integrantes de GF al finalizar el acto nos juntamos un rato con
Pepe.
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