SAN IDELFONSO y los FONDOS BUITRES Hoy la Iglesia recuerda a quien, sin lugar a dudas, podríamos incorporar como uno de los actuales Patronos de la Argentina, San Alfonso María de Ligorio. Este santo, Doctor de la Iglesia – que vivió entre 1696 y 1787 - abandonó su profesión de abogado y tomó los hábitos para dedicarse a la ayuda a los pobres y a combatir la usura. Escribió numerosos tratados y manifestó que la usura no constituye un pecado contra el mandamiento de no robar, sino que es una acción que viola el mandamiento de no matar, pues lleva al deudor a la desesperación y a la muerte. El catecismo de la Iglesia católica ratifica esta posición declarando que “los traficantes cuyas prácticas usurarias y mercantiles provocan el hambre y la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. Este les es imputable” (Canon N° 2.269), es decir que considera que debe imputarse a los usureros la culpabilidad de la muerte de los acreedores. San Alfonso considera a la usura como una expropiación injusta y denuncia el desequilibrio o desproporción en las prestaciones, es decir la falta de reciprocidad entre las partes. Sin duda la Iglesia condena toda situación de abuso de derecho y violación a los derechos humanos como la usura pretende imponer. Al respecto el Papa Francisco ha manifestado que “Cuando una familia no tiene para comer porque debe pagar su préstamo al usurero, eso no es cristiano, ¡Eso es inhumano!”. Ya Pablo VI había condenado al “imperialismo internacional del dinero" (Populorum progressio) y Juan Pablo II había abundado sobre el tema al pedir la cancelación de la deuda para el Jubileo del año 2000, mientras que Benedicto XVI calificó a la usura como “una plaga social”. Hoy una vez más los argentinos padecemos los despiadados ataques de la usura y no podemos dejar de recordar lo manifestado por el Papa Francisco cuando afirmó que “no podemos tolerar que los mercados financieros gobiernen la suerte de los pueblos”. Quienes – de una u otra manera – hemos dedicado parte de nuestra vida al combate contra la usura y reconocemos a San Alfonso como nuestro santo patrono, no podemos menos que condenar la acción de los fondos buitres y - con independencia de acuerdos o desacuerdos con el actual gobierno - expresar nuestro máximo repudio a la acción de los usureros (internacionales y/o nacionales) y a todos aquellos que le prestan - directa o indirectamente – su apoyo. Pedimos a la Providencia que por la intercesión de San Alfonso María de Ligorio, proteja al pueblo argentino y a todos los pueblos del mundo cuya vida peligra por la acción asesina de los usureros. Jorge Benedetti, 1/8/2014